Viven a dos cuadras de distancia y uno de ellos quedó detenido. En su poder, la policía halló medio kilo de cocaína, nueve plantas de marihuana, más de 300 mil pesos y 300 dólares. La investigación llevó medio año.
Dos hermanos fueron descubiertos tras una investigación judicial y policial que se extendió durante medio año: vendían droga en el barrio Autódromo y uno de ellos fue detenido con medio kilo de cocaína, nueve plantas de marihuana, y más de 300 mil pesos y 300 dólares en su poder.
El operativo fue realizado este miércoles a la tarde, luego de que el fiscal de Estupefacientes, Leandro Favaro, obtuviera el permiso de allanar las viviendas -ubicadas a dos cuadras de distancia-, por parte de la Justicia de Garantías.
Personal de la Policía Federal Argentina (PFA) llevó a cabo los procedimientos y logró la detención de uno de los sospechosos, mientras que el otro pudo evitarla y permanece en libertad, aunque incriminado en la causa.
Los uniformados habían comenzado las averiguaciones en abril último, después de que recibieran una denuncia anónima sobre lo que sucedía en la zona. A partir de aquello, montaron guardias y acciones de civil, además de analizar imágenes tomadas por cámaras de seguridad.
En los registros fílmicos se podían observar maniobras compatibles con la compraventa de estupefacientes en ambos domicilios donde vivían los hermanos. Inclusive, se observaba cómo cuando en uno de los domicilios se presentaban compradores, desde el otro salía en su dirección uno de los vendedores a bordo de una bicicleta con canasto en el que, presuntamente, trasladaba la droga para su comercialización.
Durante la pesquisa, conforme pudo saber LA CAPITAL, también fueron interceptados algunos de esos “clientes”, en cuyo poder se hallaron distintas cantidades de cocaína y marihuana previamente adquiridas en uno de los domicilios, ubicados sobre la calle 12 de Octubre.
“Es de valorar el frondoso material probatorio que se ha recolectado en esta investigación, con numerosos registros tanto testimoniales como fotográficos, filmográficos, los que demuestran en gran tráfico de actividad comercial, el que se respalda a su vez en los numerosos secuestros de sustancia estupefaciente llevada a cabo”, explicaron desde la fiscalía en su pedido de autorización de las órdenes de allanamiento en las viviendas de los acusados, presentado ante la Justicia de Garantías.
En el mismo documento, al que accedió este medio, se menciona una situación considerada de extrema gravedad, detectada en medio de la pesquisa: durante una de las maniobras de compraventa de los estupefacientes, según puede observarse a través de los videos recolectados, se halla alrededor un grupo de niños que juegan en la calle, sobre las inmediaciones de la propiedad.
Operativo
Tras examinar las pruebas recogidas en la causa, la Justicia de Garantías dio el visto bueno para la realización de los allanamientos en ambos domicilios investigados, y este miércoles por la tarde el personal de la PFA consumó el operativo.
Durante el mismo, de una de las propiedades donde se encontraba uno de los acusados se secuestraron teléfonos celulares, dinero en efectivo por más de un millón de pesos y más de 300 dólares, casi 500 gramos de cocaína -con alrededor de 200 dosis listas para ser comercializadas y un trozo compacto de la misma sustancia-, y nueve plantas de marihuana.
De acuerdo con las estimaciones de los especialistas, el material narcótico incautado tiene un valor de aproximadamente 4 millones de pesos en el “mercado negro”.
Como consecuencia del hallazgo en una de las viviendas, el morador de la misma quedó detenido y alojado en la dependencia de la PFA, a disposición de la Justicia. En esa línea, el fiscal Favaro lo citó a declarar como imputado por el delito de “infracción a la ley de Estupefacientes 23.737” en Tribunales.
Por ora parte, desde la fuerza federal subrayaron a la prensa en un comunicado que, a lo largo de toda la investigación, en la zona donde se llevaron a cabo las tareas de averiguación se apostaban jóvenes que dificultaban el accionar policial ya que “al notar la presencia de personas ajenas al lugar, daban aviso a los vendedores, para que se oculten y dejen de realizar las actividades ilícitas”.